martes, 2 de febrero de 2010

igual, diferente


No soportaba mirarse al espejo, le dolía el alma intensamente verse así, en aquel cuerpo que para nada sentía suyo. Ya desde pequeño recordaba aquellos miles de matices que lo hacían diferente a los otros niños, ese gusto por jugar horas y horas con sus hermanas, a las muñecas, tocar hasta sentir metido en su piel el tacto anhelante de vestidos y camisones, el desden por el fútbol y el scalextric, o el esfuerzo insufrible de ir con su padre de cacería aquellas terroríficas mañanas, cuando, de madrugada aún, lo levantaba con el morral ya preparado y sin apenas poder reaccionar le ponía la escopeta al hombro... la escena, aún le producía temblores.
Recordaba perfectamente aquel miedo en el cuerpo cuando bajaban del coche y las jaurías de perros, se abalanzaban a él olisqueandolo amenazantes, paralizándolo por completo. Luego, venían los disparos, la sangre, las piezas cobradas... aquellos animales muertos.

Nunca fue suficiente todo aquel esfuerzo titánico e inhumano que hacía para contentar a su padre, jamás fue suficiente, jamás. Y ahora, que no había comunicación entre ellos, ahora que no se entendían, que apenas mediaban palabra, ahora que habitaban en un sepulcral silencio, ahora, -más que nunca-, seguía doliéndole aquella tortura inconsciente de tener que contentar a su padre, porque no podía, no podía, no podía... por eso, las miradas inquisitoriales, densas y escrutadoras de su padre se le clavaban en el alma como afilados puñales de hierro candente.

No se sentía bien, no sabía qué hacer, se miraba y se daba asco, una corriente gélida lo recorría hasta la repulsión, y no sabía qué hacer, llorar era últimamente su único consuelo, !cuanto lloraba de un tiempo a esta parte!. Se miraba y lloraba, volvía a verse y lloraba y se odiaba, se sentía preso en una jaula atroz, estrecha, pequeña, negra, asfixiante, de la que no podía salir, de donde no podía escapar... pudriéndose. Pronunciaba su nombre !Pablo! y se odiaba, no quería llamarse Pablo, no quería ser él, no quería sentirse así... solo quería huir, salir de allí, escapar de sí mismo, encontrar un remedio, dejar de llorar, no mirarse, no sentirse, y, desesperadamente, luchaba contra el mundo y contra sí mismo buscando una salida a aquel cuerpo que lo esclavizaba y que lo oprimía hasta el agotamiento, hasta la desesperación.

Había llegado a un punto de amargura tal que todo le superaba, ya no podía más, le costaba respirar... miles de puñales candentes le torturaban un cuerpo que nunca quiso suyo, que no sentía suyo. Día a día agonizaba atrapado en aquel cuerpo que no era de mujer.
!Basta! se dijo en voz alta, se acabó, no puedo más. Se secó los ojos, salió de su habitación, y decidido, lleno de miedo y de impotencia, invadido por una tristeza casi infinita, con angustia, rezumando dolor, fue en busca de su madre, se sentó junto a ella, y con esas lágrimas que son incapaces de contenerse por más que aprietes los dientes y el puño, le dijo en apenas un susurro "no me gusta mi cuerpo, lo odio, no quiero ser así... mamá..."

Su madre, sin decirle nada, le abrió los brazos envolviéndolo, como cuando era niño, y lo besó, lo besó una y otra vez, le besaba y le besaba, no paraba de besarlo, sentía esos besos de su madre que lo llenaban de calor, de paz, que lo calmaban y le devolvían un sentimiento desconocido que le gustaba, que le hacía dejar de llorar... se sentía bien, allí, abrazado a su madre, sin hablar, en medio de sus besos y de su aroma, se sentía bien, seguro, en paz.
Por primera vez notaba que había saltado el muro, que no le apretaban aquellos barrotes retorcidos, que había salido de aquella jaula acorazada, negra y asfixiante. Por primera vez no se sintió raro ni solo, no se sintió extraño, no, lo inundaban mil besos cómplices de su madre, mil besos que abrían jaulas y deshacían puñales, mil besos que habían llenado su alma de caricias y le devolvían una sonrisa perdida, olvidada.
Se sentía bien, ya no estaba sólo, miraba a su madre y sonreía, sabía que ya nunca estaría solo, estaba con su madre, a su lado, lleno de besos, sin reproches, sin lamentos, estaba con su madre y en el aire, podían verse muchas mariposas de colores.

38 comentarios:

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    HOLAAAAAAAA ESTA GENIAL LA ENTRADAAAA

    GRACIAS POR VISITAR MUNDO ANIMAL Y MI OTRO BLOG, IMAGENES http://chistianfilms.blogspot.com/ ABRAZOSSSS DE TU AMIGO CHRISSSSS

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  2. Me llevaste a ese mundo mágico que describes, es increible como tus letras atrapan la mirada, divino en verdad.
    Besos

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  3. Que texto mas emotivo la verdad es que me ha encantado.. Es duro ese sufrimiento de esa persona. Muy bonito el relato. Te mando un beso enorme querida amiga...Un beso..

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  4. Ainssss...Preciosa, que bien lo has relatado, y qué difícil tiene que ser esa lucha dentro de un cuerpo equivocado, el, esfuerzo por contentar a los de alrededor dejando de lado lo que uno realmente quiere. Me dejas con el vello de punta y con una lágrima en los ojos.

    Un besazo preciosidad.

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  5. Eres estupenda relatando, ¡qué maravilla de matices, qué riqueza de vocabulario! Me gusta mucho el ritmo que das a tus textos.
    Tocas ese tema tan delicado con suma elegancia.
    Saludos

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  6. Un acierto tocar un tema tan actual y además metiéndote de lleno en la piel y los pensamientos de un hombre. Creo que tu mérito está en haber transmitido al lector la angustia de Pablo. Y el final, ¡qué raro que a anhermart le haya gustado!, si precisamente lo acabas naïf ¡con mariposas de colores!

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  7. BONITA FORMA DE RELATAR ESTA HISTORIA QUE ESTÁ TAN AL DIA,Y OJALÁ TODAS LAS MADRES REACIONARAN ASÍ,UN SALUDO

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  8. CHRIS, muchísimas gracias por el comentario... tu blog de imágenes es una autentica pasada, precioso.

    Un besote gordo

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  9. MINA, muchísimas gracias por el comentario, reina... te dejé un comentario en tu blog ¿a que nos parecemos?

    Un besote bien gordo

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  10. JOSE, mil gracias por el comentario corazón, pero en verdad, la encantada soy yo de que te haya gustado; el tema, es cierto que es duro porque date cuenta Jose que no hay peor prisión que la de uno mismo... atroz ¿verdad?

    Un besote enormísimo, como siempre, ya sabes, de los gordos

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  11. ANA, millonazo de gracias por el comentario, reina, millonazo... sí, tienes razón, atroz ese día a día viviendo atrapado en un cuerpo que no sientes, en un cuerpo que te esclaviza, que es tu prisión perpetua, y sintiendo además como te hieren de muerte las miradas de los de alrededor... falta respeto, falta empatía, falta incluso un poquito de caridad... una triste realidad, pero cierta

    Ana, un besote de los gordísimos

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  12. Qué bonica historia, y tan real... y la has escrito tan bien...

    Es triste verse prisionero de su propio cuerpo. Bueno, la verdad, y sin entrar en críticas a sectores, la cosa ha mejorado bastante, tecnológicamente hablando.

    Es en la familia donde se cimentan los pilares de la convivencia... o del odio.

    Besicos.

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  13. Apm
    Muy bien tratado el tema, además has sabido transmitir las emociones y sentimientos de una forma magistral.

    En estos casos lo primordial es el apoyo de la familia, su cariño y comprensión. Con esos pilares pueden empezar una nueva vida, en la que se sientan bien consigo mismos,de la otra forma es un sin vivir.

    Afortunadamente la sociedad y las leyes son más tolerantes en estos caso,a pesar de que aún queda mucho por hacer.

    Muchos abrazos y muchas gracias por tus siempre maravillosas visitas.

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  14. Jo, qué genial la entrada. Me ha encantado, niña!
    Y es que vivir encerrado en un cuerpo equivocado, debe ser bastante jodío. Pero para intentar ayudar ahí está la familia, verdad?
    Yo creo que una madre se da cuenta antes de que el hijo se lo cuente. Quizás ella sólo estaba esperando a que fuese él quien se lo dijese.


    Besos!!

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  15. ANDRES HERNANDEZ, millonazo de gracias por el comentario, sobretodo viniendo de vos, un maestro de los relatos... pienso que debe ser de una crueldad extrema el vivir prisionero en uno mismo, y tú, tu propio carcelero: de una crueldad extrema ¿no crees?. Desde el prisma del respeto, parece más fácil transmitir sentimientos con elegancia, ese digo yo debe ser el secretillo.
    Muchísimas gracias Andrés, encantada de que te haya gustado

    Un besote la mar de gordo

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  16. MANEL, muchísimas gracias por el comentario corazón... sí, es verdad, el tema es incluso tristemente actual, porque en la sociedad no termina de cuajar la idea de que se lleven a cabo cambios de sexo a cargo de la seguridad social, y sin embargo, vivir pudriéndote lentamente en la prisión de tu propio cuerpo, debe ser bastante terrorífico... ¿Así que te ha parecido raro que a Andrés le haya gustado el final de las mariposas de colores?... ayayay...

    Un besote enormísimo, Manel, ya sabes, de los muy gordos

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  17. PANCHU, muchas gracias por el comentario, reina, yo pienso que una madre tiene siempre un sexto sentido para con sus hijos, y amor como para parar un tren... pero, también yo me apunto a tu ojalá !claro que sí!

    Un besote la mar de gordo

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  18. GUILLE, muchísimas gracias por el comentario, muchísimas, muchísimas. Desde luego que tienes toda la razón del mundo, es triste verse prisionero en tu propio cuerpo, tristisimo y cruel, que duda cabe... y sí, en la familia se cimenta todo, es verdad

    Un besote, como siempre, enormísimo

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  19. ALHENA, millonazo de gracias por el comentario mi reina, tienes razón, la familia es importante, su cariño, su apoyo y su comprensión son básicos y fundamentales, son lo primero, luego, el entorno... como tu dices, la sociedad cada vez más tolerante y las leyes que poco a poco regulan estos supuestos y dan solución, aunque, aún queda mucho por hacer !y tanto!
    Me encantada que te haya gustado Alhenita.

    Un besote de los gordos gordísimos, ya sabes

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  20. LOU, mil gracias por el comentario corazón mio, que sepas que la encantada también soy yo con que te haya gustado, además, lo has clavao chiquilla, lo has clavao: una madre siempre tiene un sexto sentido para con sus hijos, la del relato, se da perfecta cuenta antes de que su hijo se lo cuente, sólo está esperando a que Pablo se lo diga, y no necesita más que una simple frase, nada más

    Un besote diablilla maravillosa, uno de los muy muy gordos

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  21. Querida Apm, he leido este relato con mucha pena, sintiendo dentro lo que el pobre Pablo sentía. Cuanto sufrimiento el tratar de ser alguien que en realidad no se es. Y ese amor de madre, inmenso, sin límites, que todo lo comprende, y todo lo cura, y más aún, todo lo intuye, aún antes de saberlo. Cuántos Pablos a nuestro alrededor llenos de temores y rodeados de prejuicios.
    Besitos,

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  22. SOÑADORA, muchísimas gracias por el comentario reina, tienes toda la razón del mundo y más: así es, debe ser de un sufrimiento atroz el estar atrapado, prisionero en un cuerpo que no sientes, que no te gusta, que odias. Pablo tiene a su madre, su amor incondicional, su comprensión incondicional, su apoyo incondicional... su madre ni lo recrimina ni se lamenta ni siquiera le dice nada, solo le besa, le besa y le besa, porque por encima de todo es su hijo y lo ama. En verdad, debe haber más de un Pablo a nuestro alrededor lleno de sufrimiento y de temores y rodeado de prejuicios, desgraciadamente sí. Menos mal que también hay madres como la de Pablo con un amor inmenso, sin límites, que todo lo comprende, que todo lo cura y que todo lo intuye !claro que sí! Me ha encantado tu comentario Soñadora

    Un besote enormísimo, ya sabes, de esos la mar de gordos

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  23. Pues mira que me haz dejado helada con esta entrada, tengo familiares como Pablo,un sobrino,que ya brinco el cerco,y todo mundo lo sabe,y es feliz; y un tío,que nunca lo dijo,y la vida se le complicó enormidades.

    Está relatado con mucha maestría,te felicito,recibe munchos besos y abrazos, y sabe que yo te quiero mucho.

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  24. MARUCHA, muchisimas gracias por el comentario, muchísimas, de verdad. Hay cientos, miles de personas como Pablo, y son personas que sufren por sí mismos y por los prejuicios del entorno que les rodea, ahora cada vez más comprensivo, pero hace unos años decididamente hostil. Muchos, como Pablo, tienen una madre como la del relato, que vale un imperio, otros, a lo mejor ni eso. En cualquiera de los supuestos, debe siempre prevalecer el más absoluto de los respetos.

    Un besote, ya sabes, de los gordísimos

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  25. Pues creía que te había dejado ya el comentario.
    He vuelto a leer tu relato y me ha vuelto a gustar,el trato al gran problema de mucha gente que no se identifica con la persona que se refleja en el espejo o que la sociedad le reprime a poder ser esa persona que realmente es.
    Yo me siento orgulloso de vivir en una comunidad, donde ayuda a salvar estas trabas físicas sin costes a personas como Pablo.
    Un relato con un ritmo impresionante que llega primero a angustiar y termina emocionando al lector
    Un beso

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  26. ¡¡Bellísimo, apm!!

    Has hecho una descripción estupenda del estado de ánimo de Pablo, tanto que es una imagen que se ve y se siente desde la compasión por esa desesperación y esa soledad.
    El final es una ternura.

    Besotes, tan gordos como los tuyos, dulce.

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  27. MIGUEL, muchísimas gracias por el comentario, de veras, muchísimas... así es, tienes razón, de una parte está el sufrimiento personal de los tantisimos Pablos, que haberlos haylos, como las meigas, y de otro lado el entorno hostil que hace de multiplicador de ese dolor y sufrimiento, y, menos mal que como dices, vivimos en Andalucía, donde pueden hacerse cambios de sexo en el sistema sanitario, donde los Pablo pueden cambiar el cuerpo que les hace sufrir por ese otro con el que quieren vivir.
    Me alegra que te haya gustado el relato y el ritmo angustioso primero sí, pero tierno del final, muchas gracias

    Un besote, ya dabes, de esos gordos

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  28. LILI, millonazo de gracias por el comentario, un millonazo de los gordos, como los besos... encantada estoy de que te haya gustado, reina mía

    Un besote gordo gordísimo.

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  29. Hola, APM, he llegado tarde, pero he llegado.
    He tenido que leer dos veces el texto para ver si realmente había comprendido lo que intentabas transmitir.
    Y la verdad, es que me ha llegado al corazón. La lucha intestina de ese niño contra su cuerpo al verse encerrado en uno que no le pertenece, y la lucha contra ese padre que impone su voluntad a sangre y a hierro
    Y esa madre tan tierna que entiende las razones de su hijo y que lo apoya infinitamente.
    En fin, te ha salido un post genial.
    Muchas gracias por compartirlo.
    Un besoenorme y feliz y plácido domingo.

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  30. RAMPY, muchísimas gracias por el comentario corazón, y por supuestisimo que no llegas tarde !anda ya, claro que no!. Es cierto todo lo que dices, hay muchos Pablos por ahí, no creas, muchos que llevan una lucha intestina por verse encerrados en un cuerpo que sienten no les corresponde, con padres que imponen su voluntad a sangre y yerro como tú dices, suerte que nuestro Pablo tiene una madre maravillosa que le quiere y le apoya incondicionalmente, sin lamentos sin reproches, absolutamente por encima de todo.

    Un besote, como podrás suponer, de los bien gordos

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  31. Es muy triste la realidad de sentirse ajeno a lo que el espejo le refleja y desolador no sentirse comprendido porque unas hormonas de más se han equivocado.... Me encanta cómo lo cuentas y con qué sensibilidad lo haces...Un abrazo

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  32. Siempre he creido que a veces la naturaleza se equivoca y pone a personas en cuerpos que no le corresponden...Lo que si no tolero es a los falsos sufridores, esos enfermos que se divierten olisqueando aquí y allá...
    Muy buen texto linda!
    Besitos

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  33. ANGELA, muchísimas gracias por el comentario corazón, sí, tienes razón, debe de ser absolutamente desolador vivir en un cuerpo equivocado prisionero de uno mismo y no sentirse comprendido por nadie. El mes pasado leí en la prensa la entrevista que le hacían a un chico que se iba a someter a una operación de cambio de sexo y me impresionó el sufrimiento que transmitía, y la enorme ilusión que tenía por ponerle fin a ese sufrimiento... en cuanto al relato, bueno pues te diré que lo del encanto es compartido, puesto que yo también estoy encantada de que te haya gustado.

    Un besote de esos bien gordísimos

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  34. ZAYI, millonazo de gracias por el comentario reina, millonazo, y más. Como siempre hija mía, estoy totalmente de acuerdo contigo, totalmente... la naturaleza se equivoca a veces, !y eso que es sabía!, pero a veces, algunas veces, hay gente encerrada en cuerpos equivocados, gente que sufre

    Un besote enormísimo, ya sabes, de los supergordos

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  35. Vengo a dejarte un gran beso.

    Espero sacar un ratito para leer tus estupendos relatos.

    Ns vemos. Besitos

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  36. ANTONIO AGUILERA, muchísimas gracias por el gran beso, corazón... otro enormísimo para tí

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  37. apm:Es bastante dificil luchar contra algo que ni siquiera podemos definir. Algunas no podemos comprender a los que hacen violencia y sin embargo los violentos no entienden como hay quienes quieren la paz. Otros no entienden a los que comen carne, ya que ellos sienten repulsión sólo de pensar en comerla, ya que son vegetarianos.
    En fin, los seres humanos tenemos una gran intolerancia hacia los demás, si existiera más empatía, si fuésemos tolerantes y aceptásemos a los demás con sus propias cracterísticas, este mundo sería mucho mejor.
    Con mi cariño:Doña Ku

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  38. DORA, millonazo de gracias por el comentario, desde luego que tienes toda la razón del mundo y más, los seres humanos tenemos una gran intolerancia hacía los demás, y no nos esforzamos demasiado por ponernos en el lugar del otro, generando esa empatía tan necesaria que tu dices doña Ku. Efectivamente, si fuésemos más tolerantes y aceptásemos a los demás con sus propias características, como son, este mundo sería mucho mejor !sin duda!

    Un besote enormísimo, de esos bien gordos y bien cargaditos de cariño

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