lunes, 30 de abril de 2012

feria...




Terminó la feria, hace apenas pocas horas que se apagaron las luces del real y de la portada, y se despacharon -y nunca mejor dicho-, los fuegos artificiales que oficialmente, son el punto y final de los festejos; unos fuegos que este año han sido cuatro o cinco, no más, a la literalidad, y han durao escasitos minutos, porque hasta en eso, se ha notado que la cosa está cortita, -o achuchá-, y el presupuesto municipal, en crisis manifiesta, no ha dado para más, y gracias que al menos se ha capeao la feria, porque no sabemos si para el año que viene dará o no dará... la caseta municipal, esa en la que institucionalmente el Ayuntamiento de Sevilla da la bienvenida a las autoridades con una copita de fino y jamoncito de Jabugo entre otras exquisiteces, este año ha estao cerrá a cal y canto... no hay dinero, a las autoridades se les ha dado la bienvenida con gratuitas palabras, y el comer y el beber han tenido que correr a cuenta del bolsillo propio.
Ésta, ha sido sin duda la feria de la crisis: y los recortes, las renuncias, la angustia y la inseguridad en el futuro inmediato, lo han presidido todo.
La palabra crisis se ha repetido por doquier hasta la saciedad, y no había caseta ni reunión que no tuvieran el tema en la boca. La crisis, siempre la crisis, una y otra vez, la crisis, sobrevolando cual  pájaro de mal agüero ambiente y conciencias, y ahogando con un pesimismo sutil y contagioso el corazón hasta ponértelo en vilo.
Con humor ácido, un amigo me comentaba que esta feria iba a ser recordada como la de la tapa de tortilla de patatas con cuarenta y ocho tenedores, y desde luego así ha sido, en el recuerdo aquel "niño, ponnos una de jamoncito, unas gambitas, un pescaito frito variao, y queso y caña de lomo; y que no nos falte de ná", ahora, toca el ir uno mismo a la barra y pedir la tortilla papas con cuarenta y ocho tenedores... no creo -y nadie con los que he hablado lo cree-, que varíe un ápice la feria del año que viene: tortilla papas y muchos tenedores, y desde luego, venir ya de casa comío, merendao y cenao. Es lo que toca, no hay más. 
   


...A cantar, a cantar y a bailar..., como reza la letra de unas famosísimas sevillanas: a cantar y a bailar, que eso, en feria, siempre es gratis.

miércoles, 18 de abril de 2012

deseo volver a soñar




Quiero soñar en verde,
azul, amarillo brillante,
fucsia, añil, naranja,
rojo pasión...
Quiero volver a soñar
con las playas
de arena tostada de
mi niñez y mi juventud,
 aquellos veranos,
donde el tiempo sabía
a dulce, a limpio,
a risa, a ventana abierta,
a poema de amor.
Quiero un soñar suave,
sin reloj, sin móvil,
sin estres, sin angustia,
sin decepción...
Hoy, más que nunca
quiero soñar como lo hacía entonces,
on nice days,
y no vivir acosada
por la prima de riesgo,
la reforma y los recortes,
la justicia hipócrita que
aplica el tanto tienes,
tanto vales, y no imputa
 a una Infanta,
porque es Infanta,
y esa vergüenza ajena
de ver fotos del rey rifle en mano,
 cazando elefantes,
aunque luego pida perdón. 
!I wish to dream again!
(deseo volver a soñar)



Sí ya sé, con la que nos está cayendo, que nos están dando por todos lados, y yo, queriendo soñar, y encima soñar sin ansiedad... pero qué quereis, hoy el poema me salió ácido, y es que vivimos dias ácidos, tardes ácidas, mañanas ácidas, fines de semana ácidos, vamos de zozobra en zozobra, y como dice el dicho: de málaga a malagón, esto es, de mal en peor... malos tiempos, grises y opacos a más no poder (y no empleo la palabra triste, porque la esperanza es eso que nos mantiene las ilusiones y los sueños, y lo último que debe perderse)

martes, 3 de abril de 2012

!al cielo con ella!



!Al cielo con ella! es una de esas frases que se te clavan desde niña en la memoria, en el corazón, y en la conciencia, esa que de alguna manera como decía Ortega y Gasset compone tu personalidad (yo soy yo y mis circunstancias, que decía el maestro); como bien sabréis, es la frase que dice el capataz de un paso de palio, luego, suena el martillo, y esos costaleros levantan a su Virgen, y en la levantá, al cielo con ella, latiendo con la frase.
Este año, -y de ahí la imagen de la entrada-, la Semana Santa de Sevilla está, cómo se dice, absolutamente pasaita por agua. No ha dejado de llover desde el domingo de Ramos, incluso ha llovido en la ciudad más que en todo el invierno, ha tronao, ha granizao, y unos cielos con nubarrones negros parecen haberse instalado con vocación de perpetuidad... una Semana Santa extraña, sin olor a incienso, sin cera en las calles, sin sones de marchas, sin procesiones, sin sol, sin alegría, y con agua, mucha agua. Charcos, sillas vacías y paraguas son la triste imagen de la ciudad en esta semana grande.
Y en la calle, inundada además de por agua, de una especie de virus contagioso de mal augurio, la comidilla del boca a boca no cesa de sentenciar !este año adiós a la Semana Santa, ni jueves, ni viernes, ni madrugá, ni ná de ná!...
Sinceramente, se echa de menos abril, el abril de esta ciudad, el de cielos serenos con tardes doradas, el del aire oliendo a azahar y la luz como de suave encaje envolviendolo todo de un color especial, el abril de Sevilla... mientras llega, espero que mejore la climatología hasta ahora adversa, yerren los malos augurios, y se oiga muchas veces por las calles abarrotadas de gente pero en silencio, ese !al cielo con ella!, el martillo, y la levantá.