Terminó la feria, hace apenas pocas horas que se apagaron las luces del real y de la portada, y se despacharon -y nunca mejor dicho-, los fuegos artificiales que oficialmente, son el punto y final de los festejos; unos fuegos que este año han sido cuatro o cinco, no más, a la literalidad, y han durao escasitos minutos, porque hasta en eso, se ha notado que la cosa está cortita, -o achuchá-, y el presupuesto municipal, en crisis manifiesta, no ha dado para más, y gracias que al menos se ha capeao la feria, porque no sabemos si para el año que viene dará o no dará... la caseta municipal, esa en la que institucionalmente el Ayuntamiento de Sevilla da la bienvenida a las autoridades con una copita de fino y jamoncito de Jabugo entre otras exquisiteces, este año ha estao cerrá a cal y canto... no hay dinero, a las autoridades se les ha dado la bienvenida con gratuitas palabras, y el comer y el beber han tenido que correr a cuenta del bolsillo propio.
Ésta, ha sido sin duda la feria de la crisis: y los recortes, las renuncias, la angustia y la inseguridad en el futuro inmediato, lo han presidido todo.
La palabra crisis se ha repetido por doquier hasta la saciedad, y no había caseta ni reunión que no tuvieran el tema en la boca. La crisis, siempre la crisis, una y otra vez, la crisis, sobrevolando cual pájaro de mal agüero ambiente y conciencias, y ahogando con un pesimismo sutil y contagioso el corazón hasta ponértelo en vilo.
Con humor ácido, un amigo me comentaba que esta feria iba a ser recordada como la de la tapa de tortilla de patatas con cuarenta y ocho tenedores, y desde luego así ha sido, en el recuerdo aquel "niño, ponnos una de jamoncito, unas gambitas, un pescaito frito variao, y queso y caña de lomo; y que no nos falte de ná", ahora, toca el ir uno mismo a la barra y pedir la tortilla papas con cuarenta y ocho tenedores... no creo -y nadie con los que he hablado lo cree-, que varíe un ápice la feria del año que viene: tortilla papas y muchos tenedores, y desde luego, venir ya de casa comío, merendao y cenao. Es lo que toca, no hay más.
...A cantar, a cantar y a bailar..., como reza la letra de unas famosísimas sevillanas: a cantar y a bailar, que eso, en feria, siempre es gratis.
...A cantar, a cantar y a bailar..., como reza la letra de unas famosísimas sevillanas: a cantar y a bailar, que eso, en feria, siempre es gratis.