sábado, 9 de mayo de 2009

...la mer, la mer toujours recommencée.... y las tres joyas.


Queridos bloguer@s, la semana ha sido intensa pero hoy es sábado sabadete,....ya sabéis, con todo lo que eso supone, porque lo bueno del sábado no es que no hay que ir a trabajar, con ser ésto bueno de narices, lo buenorro del sábado es que mañana, tampoco hay que ir a trabajar, con lo que tienes un horizonte (más o menos largo, según cada cual) para planificarlo para como te apetezca.

Yo, me he levantado a mi amor (esto es, cuando mi cuerpo ha querido: sin despertador y sin preocupación de horarios, o, en plan más castizo: a mi bola), he desayunado un pan tostadito con aceite de oliva virgen y café recien hecho, todo sin prisas, piano piano, y luego, he abierto mi ordenador y, eh voilà!, a mi blog.

Como os decía antes, queridos, esta semana ha sido intensa. De toda ella, destacaría dos cosas, la comida de jubilación de un compañero y el ratito que pasé ayer con mis amigas. La comida de jubilación de un compañero, !que os voy a decir!, siempre es algo emotivo por lo que conlleva, y porque en ella siempre coincides con un montón de personas con las que trabajaste y que por esos avatares de los concursos y los traslados has dejado de ver hace tiempo.....el reencuentro es inevitable que te lleve al recuerdo del tiempo que dejaste atrás. No obstante, no soy yo de esas que piensan que todo tiempo pasado fue mejor: todo lo contrario, lo mejor está por llegar. Hay que estar siempre recomenzando, con ilusión a raudales como para parar un tren. Paul Valery (ya sabéis el poeta francés de El Cementerio Marino) repite en un poema del libro la siguiente estrofa.... la mer, la mer, toujours recommencée...., esta, es una frase que yo suelo decir, y creo en ella, pienso que hay que estar efectivamente como el mar, siempre recomenzando, ola a ola, nuevamente recomenzando.

El reencuentro con los antiguos compañeros fue muy entrañable y bonito, y tengo que deciros que me encantó abrazar a algunos y saber de ellos por ellos mismos, y sentir alegría simplemente por vernos allí, y no solo me hizo feliz el verlos de nuevo, también me alegraron sus cosas (el resumen de estos años que cada quien me hizo... !que maravilla!, ¿verdad?)

La otra cosa de esta semana que ha sido especial es la reunión de ayer con mis amigas, estuvimos comiendo en plan tapeo rico y, luego nos fuimos todas a tomar una copa.... y charlar y charlar !y, ya sabeis todos lo que me gusta eso de estar con mis amigas animadamente y charlar de lo divino y lo humano!, presumo que las charlitas de mujeres no se deben parecer nada a las de los hombres ¿o sí? (y me refiero a charlas distendidas de mujeres solas, sin hombre alguno, o viceversa); y, sin acritud ninguna creedme por favor, presumo que sin punto de comparación, son mas interesantes -en general, claro-, las de las mujeres. Los hombres seguramente deben de hablar en estas circunstancias, de fútbol, de trabajo, ¿de mujeres?..... me encantaría, queridos, que alguno me contestase a ésto (de que hablan los hombres cuando se reunen), no por ver si tengo o no tengo razón, -que es lo de menos-, sino por intentar aventurarme en el "mundillo metafisico de los tíos", que, como las meigas, haberlo hailo, -estoy segura-. Os diré que nosotras, hablamos de muchas cosas, pero ayer, de lo que más hablamos fué de igualdad y de tatuajes ..... y nos lo pasamos putisima madre (ya me entendéis, el palabro no es quizá muy correcto, pero sí muy gráfico), nos reímos un montonazo, sobre todo con Celia.

En fin bloguer@s, ahí dejo la cuestión de que alguien me conteste, por fa, a la pregunta de antes. Ahora, voy a dejaros, y para no variar, terminaré con una cita: hay tres joyas que se tienen en la vida: la autoestima, el amor y los amigos; y hay tres cosas que jamás deberíamos dejar entrar en nosotros: el orgullo, la arrogancia y la crispación. Así que ya sabeis !a por las tres joyas, querid@s!.

Un besote bien gordo.

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