Londres, 14 de diciembre de 2009
Queridos padres:
Os extrañareis que os escriba esta carta en vez de hablar con vosotros desde Internet, mirándonos en la pantalla del portátil, pero es que lo que voy a contaros no he querido decíroslo cara a cara, con angustia y con nervios, sino de una forma menos caliente, más sosegada, por eso os escribo esta carta que, os rogaría la leyeseis juntos, sentados cómodamente y en voz alta. Tranquilos, estoy bien, ya me veis cuando hablamos, estoy bien, de verdad que estoy bien.
Comienzo por deciros que hace mes y medio empecé a salir con un chico inglés aunque de origen paquistaní que trabaja en el McDonalds de enfrente de mi colegio. No sé como explicároslo pero me enamoré de él súbitamente, como en un flechazo de los del autentico Cupido, se llama Khalid y es guapísimo, maravilloso e ideal. Tiene 18, dos más que yo, pero parece que no nos separaran dos años ni dos culturas ni dos formas de vida, sin duda estamos hechos el uno para el otro. Le quiero muchísimo, tanto, que no podría vivir sin él.
Khalid vive en Cresham Road, pasado el Támesis, en el sur, en Brixton, muy cerca de la Mezquita y no muy lejos del Mercado. Tiene un apartamento pequeño de una habitación con baño y cocina, y aunque chiquito, coqueto.
Mamá, papá, yo le quiero y él me quiere, nos queremos mucho y eso es lo importante ¿no creéis que eso es lo más importante del mundo entre dos personas?, los dos somos felices, muy felices, de verdad. También he de deciros que llevo una semana que no me encuentro del todo bien, con vómitos, sueño y algún que otro mareo. La psicóloga del colegio me recomendó que me hiciera la prueba del embarazo y, cual no seria la sorpresa que nos dió positivo. Estoy embarazada. Al principio tuve miedo, mucho miedo y mucha angustia, no sabía que hacer y pensé que lo mejor sería abortar, pero Khalid está muy contento con el niño y hemos decidido tenerlo, un hijo es una cosa hermosa, mamá, tú misma lo has dicho cientos de veces, así que lo tendremos y viviremos juntos Khalid, yo y nuestro niño, ya nos la arreglaremos.
Espero que pese a lo inesperado de esta noticia os alegréis, que no os resulte traumático, al fin y al cabo será vuestro primer nieto. No tenemos intención de casarnos de inmediato, pero si hemos decidido que lo mejor es que vivamos juntos. No es que yo viva mal aquí, en esta residencia tan buena en el centro mismo de Londres, pero es que mi vida requiere ahora más del amor que de lo académico, así que cuando den las vacaciones de Navidad no iré a casa, sino que me quedaré aquí con Khalid y en enero, no volveré al internado. No se aún cómo, pero terminaré el bachiller, os lo prometo, creedme por favor, creedme y comprendedme, os lo suplico...
Papá, mamá, respirad hondo, ya que nada de ésto es verdad: no me he enamorado, no conozco a ningún Khalid, no estoy embarazada y no voy a dejar la Residencia; pero lo cierto y verdad es que he suspendido Matemáticas, Historia, Química y Biología. Así pues, poned el grito justo en el cielo que corresponda, pues incluso los suspensos, todo, es incuestionablemente relativo.
Vuestra hija que os quiere,
Lucía