desde Sevilla, con la siempre calidez de un balcón con flores, con las ventanas abiertas de par en par, como en la vida misma o en los caballitos de un tiovivo: a veces arriba, a veces abajo, capeando el temporal dignamente, con vitalidad y optimismo, y desde luego, renaciendo como el mar... "la mer, la mer toujours recommencée", que ya cantara el gran Paul Valery en Le cimetière marin...
sábado, 21 de julio de 2012
el rojo del amanecer (el desenlace)
Nos quedamos en que nuestro Matusalem García había tenido un accidente de moto absolutamente aparatoso, uno de esos accidentes que para cualquiera hubiera sido fatal, pero que para él, lejos de afectarle, extrañamente le llevó a la conclusión de que no podía morirse: que él no iba a morirse.
... la noticia era él.
Él, que nunca había sido protagonista de nada, él, que desde niño había pasado por la senda de los años sin llamar la atención, totalmente desapercibido, y ahora, !quien se lo iba a decir!, hasta incluso era protagonista en el telediario.
La noticia, por supuesto que no le sorprendió, -todo lo contrario-, pero sí que le rondó la cabeza durante buena parte de la noche, afianzandole más y más si cabe su certeza de que no podía morirse, que él no iba a morirse... no podía explicar ni el porqué ni el cómo, pero como dos y dos son cuatro, sabía perfectamente que no podía morirse, lo sabía, lo sentía, era algo tan inexorable como la Ley de la Gravedad, como la sucesión del día a la noche y viceversa.
Con tal convencimiento, se lanzó a una vida de riesgo desmedido, de subidas constantes de adrenalina, de total desenfreno y descontrol... y efectivamente, su cuerpo respondía a todo, podía con todo, vigoroso e indemne a todo.
Fueron días eléctricos de amaneceres rojos, inmensos, brillantes, fugaces, y en donde notar a escaladas las hormigas por los pies. Matusalem, no recordaba haberse sentido nunca así de bien, no recordaba haber vivido tanto, "pletóricas", era quizá lo que mejor definía su cuerpo y su alma... pero la chispa saltó, y una mañana, la vió al otro lado de la calle:
- !Inés! (la llamó).
Pero Inés no respondió. La volvió a llamar con más fuerza dos o tres veces más:
- !Inés!, !Inés!, !Inés!.
Pero Inés no le contestó, es más, parecía no oírle, y continuaba como si tal cosa, en su rutina, andando por la calle... ni siquiera cuando él se paró a su lado ella se detuvo, ni lo miró, nada... Inés seguía andando por la calle.
En un primer momento Matusalem pensó que aún estaba fresca la ruptura y aquella tarde en la que ambos se lanzaron tantos reproches, pero enseguida, algo extraño le invadió de arriba a abajo: allí estaba él, al lado de Inés, su antigua novia, la mujer con la que había compartido tantos sentimientos y emociones, y ella, sin inmutarse, como si no le viera, cómo si no pudiera oírle.
Sintió pánico, a qué negarlo, y echó a correr desesperadamente por entre la gente que abarrotaba la calle de aquí para allá en todas direcciones. Al cabo de un rato de carrera hacía ninguna parte, paró en mitad de la calle como quien para en mitad de la nada... su único recuerdo era un rojo amanecer, sólo un rojo amanecer.
Poco a poco los recuerdos empezaron a volver a su mente, muy poco a poco, cada vez con más nitidez, y entonces, cayó en la cuenta que, como en la película de Amenábar "Los otros", igual que Nicole Kidman, y las criadas, y el jardinero, y los niños, él, también estaba sin serlo entre los otros.
Tras esta entrada cogeré unos días de vacaciones, espero que me sirvan para descansar, relajarme, desconectar, y volver con nuevos ánimos e ilusiones. Siento haber tardado tanto en publicar esta continuación, pues con tanto tiempo de por medio se pierde el hilo, y sin hilo, ya sabéis !apaga y vámonos!, pero la tardanza queridos, ha sido -diría yo-, fruto de un tropel desbocao de circunstancias, y así como el país va mal, cosa que bien que sabemos, en mi oficina, tres cuartos de lo mismo... por ser muy breve, os diré que nos han "fusionao" alegando las consabidas razones de ahorro y ajuste económicos, y para el ente fusionador, somos algo así como de tercera regional preferente. En la oficina, igual que en el país, se avecina un otoño bronco.
Espero -y deseo- para todos, mejores perspectivas y unas inmejorables vacaciones, que, después de lo que llevamos pasao, como que las merecemos... hasta la rentrée!!!
Millones de besitos gordotes
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Por matizar, aunque creo que habreis visto todos la pelicula de Alejandro Amenábar...(y si no la habeis visto, -como se dice por aquí-, "ya estais tardando"). La película, que se situa tras finalizar la II Guerra Mundial, trata de una madre (Nicole Kidman) y sus dos hijos que viven en una alejada y enorme casona. Viven solos esperando al padre y marido que se fué a la guerra, hasta que un par de sirvientas y un jardinero llaman a la puerta ofreciendose a trabajar en la casa... en realidad son el enlace que les revelará la verdad, porque lo cierto es que todos estan muertos pero entre vivos, unos muertos ignoran que lo están (la madre, los niños) y otros muertos que saben que lo están (las criadas, el jardinero) tienen como misión revelarles esa verdad, y mientras, unos y otros -muertos y vivos- habitan en la casa. Es una película realmente maravillosa, cuidadísima y con una interpretación genial de todo su elenco de actores, tanto los muy conocidos como la Kidman, como los menos conocidos. Para mi gusto, ésta y Mar adentro son las mejores pelis de Amenábar.
ResponderEliminarY bueno, espero que aunque tarde, os haya gustado el desenlace de este rojo del amanecer.
Mil besitos gordotes para tod@s, y dado que es tiempo de ello, !felices vacaciones!.
Vi ambas pelis y la de Nicole Kidman me gustó más aún. Recuerdo que me mantuvo en vilo hasta el final...por cierto inesperado.
ResponderEliminarEspero disfrutes de tus vacaciones.
Te esperamos!
=)
Muchísimas gracias de verdad corazón... falta me hace, porque en este año horribilis parece que llevo completamente el pie cambiao: por si no fuera poco con los problemas que ya hay en mi oficina respecto al trabajo (bastante inseguridad en la continuidad), ahora, a dos dias de marchar a la playa, se me ha sumado un terrible problema con mi hija mayor que aún no acabamos de dar con el tratamiento adecuado... con lo que todo se posterga y queda inexorablemente aplazado. A veces me siento muy muy cansada Neo... muy cansada, y siento que la vida me agota, que no doy abasto, que necesito una tregua por favor -por caridad si quieres-, pero una tregua de tanto problema, de tanta dureza
EliminarMil besitos gordotes, y millonazos de gracias... ya sé que vosotros no estais de vacaciones por lo de los hemisferios, pero buenas vacaciones también para tí cuando lleguen
Bueno, mientras le duró la euforia y la adrenalina, no la pasó tan mal Matusalén. Lo duro fue que la realidad, que siempre supera a la fantasía, le hizo una zancadilla para descubrir el por qué de tanta felicidad... Pobrecillo él, tan convencido que estaba...
ResponderEliminarEstupendo relato, apm, me encantó de verdad :)
Que pases unas merecidísimas vacaciones, corazón, nos vemos a la vuelta!!!!!!
Mil besos.
!sí, pobre... tan absolutamente convencido como estaba!... gracias de corazón Lili de mi alma, pero como le he dicho a Neo, resulta que tenemos un problema de salud con mi hija y no encontramos especialista que nos convenza ni tratamiento adecuado... no me puedo marchar de vacaciones así, antes he de solucionar lo del tratamiento, y están los médicos (que han sufrido enormes recortes y ajustes en sanidad) desmotivados y cansados, y los hospitales en cruz y en cuadros... y la culpa no es de ellos, es de la nefasta clase política que llevamos padeciendo.
EliminarMillonazo de besitos gordotes a más no poder
Una pelicula preciosa e intrigante, yo me la pase toda con mucha intriga hasta el final. A mi me gustó muchísimo. El relato tambien
ResponderEliminarDulces vacaciones
Muchas gracias... sí, la película es realmente buena, para mí, la mejor de Amenabar junto con la oscarizada Mar adentro. También dulces vacaciones para tí si estás en este hemisferio.
EliminarMil besitos gordotes
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMi querida apm, algo así me esperaba para el desenlace, buenísimo. Acabo de leer en tus comentarios lo de tu hija, espero que no sea nada malo y que ya hayais encontrado tratamiento adecuado.
ResponderEliminarMuchos besos,
Ah, muchísimas gracias Soñadora... respecto a mi hija, es ni más ni menos que toparse de bruces con las circunstancias actuales de este país, región etc, de verdad, mejor no ponerse enfermo en periodo de vacaciones, porque como no hay dinero para sustituciones, -por la crisis-, los hospitales cierran incluso plantas enteras en verano, los centros de salud también cierran y reagrupan, y ahora te las ves y te las deseas para conseguir cita para un especialista... y no puedes hacer nada sino suspirar, porque es comprensible -además de legal y absolutamente humano- que los médicos cojan sus vacaciones entre julio y agosto. Lo que no es ni comprensible ni de recibo, es que nuestros gobernantes opten por esta precariedad con la Sanidad, antes que reajustar en instituciones inútiles y en sueldazos de políticos inútiles, y así estamos, de mal en peor literalmente... ayer, leí tristemente en la prensa que se cierran los centros de día de mayores, de discapacitados y de enfermos mentales (voy a abstenerme de hacer comentarios, sobrán ya con la sola evidencia)
EliminarMil besitos gordotes, corazón
Me ha encantado. Muy bueno. Tu Matusalén es en sí un personaje de los que sobran en este país, un "don erre que erre" de esos que dicen "ea, que no me muero". Sin embargo su actitutd descerebrada tarde o temprano le tenía que pasar factura.
ResponderEliminarEl texto que te ha salido es de belleza litearia. En las dos partes. De la primera recuerdo lo de la "moto herida", entre otros detalles.
Y en cuanto al desenlace creo que la comparación con "Los otros" no era necesaria. En cuanto que llama a Inês y esta ni se inmuta ya se percibe que él no es ya como los demás.
¿Para cuándo otro texto como este?
Pues sí Manel, es cierto, no hacía falta la comparación con "los otros"... (jajajaja, te voy a contar el secretillo del porqué), cuando ya hace unas semanas estaba yo escribiendo el relato, estaba como quien dice en el caldo y en las tajás -o en misa y repicando-, con un ojo en el portatil escribiendo la historia de Matusalem Garcia, y con el otro ojo, en la tele, pues el Canal Sur estaba pasando la peli, la de Los Otros, se entiende... yo ya la había visto en su día en el cine, pero a ver ¿quien podía resistirse?... y de ahí que termine el relato así. Por cierto Manel, estamos en Andalucía de mal en peor, con el agua literalmente al cuello -que no descubro América con la afirmación-, cerrandose plantas de hospitales porque no hay dinero para sustituciones de médicos durante las vacaciones, pero sin embargo, manteniendo dos canales deficitarios a más no poder de radio y televisón autonómicos... por si no tuvieramos con Canal Sur 1, también Canal Sur 2... y no voy a hacer más comentarios porque si no no pararía y me saldría una contestación kilométrica, ya sabes !qué pais y qué gobernantes!
EliminarMil besitos gordotes
Querida Alicia:
ResponderEliminar¡Ya me lo figuraba! Lo de tus merecidas vacaciones, y en menor medida lo de Matusalen, a quién le sirvió de poco tener un nombre tan longevo. En la motocicleta uno viene siendo la carrocería y punto. Si de da contra el planeta..., pues la lleva...
Disfruta de tu descanso. Un fuerte abrazo. y hasta pronto.
Muchas gracias por lo de mis merecidas vacaciones, que por cierto, a ver si mejoran, porque de momento no puedo decir que vayan viento en popa... y en cuanto a lo de las motos, la verdad es que así es, la carrocería eres tú mismo, y como tengas un accidente, llevas de fijo las de perder...(tengo un vecino que está en silla de ruedas por un accidente de moto), y que conste que yo misma de jovencita (en mis años universitarios) iba a veces en moto a la Facultad, no tuve ningún accidente nunca, pero aquello solo fue un paréntesis... ahora voy en bici a la oficina (en Sevilla hay una red inmensa de carriles-bici) y dejo el bus solo para los días de lluvia, que no es cosa de llegar empapandita al trabajo... (ni al trabajo ni a ninguna parte, lo del singing in the raim, es personal e intransferible de Gene Kelly)
EliminarMil besitos gordotes
Hola hermosa, sevillanita.
ResponderEliminarParece que nos describes el paso al otro lado cuando ocurre de sorpresa.
Que en medio de la confusión se tarde un tiempo en comprender algo de lo que no comprendemos, y poco a poco empiezen los acontecimientos a volver a su propio lugar.
El que lo pasa lo experimenta, pero no puede explicarlo a los que quedamos aquí, así, que nunca lo sabramos.
Me ha gustado la historia, que pases buenas vacaciones.
Un abrazo.
Ambar.
Muchísimas gracias guapetona... pues mira, el otro día ví en la televisión en un programa, a una señora (inglesa creo que era) que dice ver a los muertos y se puede comunicar con ellos, y por lo visto, están a nuestro lado aunque nosotros no podamos verlos; a mí esta señora en ningún momento me pareció que fuera un fraude, todo lo contrario, yo diría que decía la verdad... !enfín!, a mí, no me importaria en absoluto ver a la bisabuela Ifi o a la tía Pepa, que ya eran buenísimas en vida, por lo que no me cabe duda que no harían sino ayudarme a raudales.
EliminarMil besitos gordotes
Hola Alicia! Te cuento que Los Otros es una de mis películas favoritas, realmente es una maravilla esa historia. La película que publicas no he tenido el gusto de verla pero si la recomiendas tú seguro la busco!! Gracias por pasar por mi blog, siempre eres muy bienvenida. Que tengas una bonitas vacaciones!! Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias corazón... que tengas unas buenas vacaciones tu también (si las estás cogiando ahora, o si ya las tomaste, o si las cogerás más adelante), que disfrutes a tope!!!
EliminarMil besitos gordotes
Quiero darle la bienvenida a este blog a Conocer la esencia, Frank, Noa y Flamel... bienvenidídimos todos, !cien seguidores!, de veras deseo que esta sea vuestra casa como también lo es la mía, que os sintais a gusto y bien, y que como en esa célebre frase de Casablanca (la película de Michael Curtiz, con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, -y aquel mítico "tócala otra vez, Sam", en el Rick café-), pues como en la escena final le decía a Rick el capitán francés: espero que este sea el principio de una hermosa amistad.
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